fin
con la cola tristemente,
jugaba el raro changuito,
se ha escapado del circo,
ya no baila con la caja de música,
la caja de música ahora no existe,
ahora solo se oye,
lo que se oye después de los incendios,
es como un silencio después de los alaridos,
los alaridos de los domadores que
han quedado incrustados al suelo,
que funge como cama para las cenizas.
al fin libre...
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